sábado, 8 de enero de 2011

Dia 17. Estambul III (Istanbul)

Me levanté cansado del tute de los ultimos dias.

Es el último dia de viaje, sin contar el de mañana que es de puro transporte, y por tanto tengo que echar el resto.

Desayuné, hable con el tipo de recepcion para que me cambiara la maleta de hotel ya que en este no hay habitacion para esta noche, ahora que ya empezaba a acostumbrarme, y sali a recorrer la ciudad.

Esta vez agarre un direccion opuesta a la de ayer, a ver dónde me llevaba. Mi sorpresa fue que descubrí una zona de restaurantes con especialidad en mariscos Todo caro como en todos los paises que he visitado menos en Indonesia, alli todavia uno se lo podia permitir :)



Ese barrio con tantos lugares para ir a comer y al lado de un rompeolas, me recordó mi primer barrio de Barcelona, donde crecí, la Barceloneta y sus merenderos.


Al continuar por esa senda, fui a para a un paseo marítimo. Muy agradable. Ademas como hacia sol, me senté un rato a disfrutarlo y a ver esas vistas marítimas.
Al ratito se sentó un tipo a mi lado y me pregunto de dónde era. Pensé que ya quería venderme algo, y asi fue. Vendía relojes de marca, Rolex, Armani, Lacoste, etc. El señor llevaba una fortuna en relojes...

Al individuo en cuestion le fataban los dos dientes del maxilar inferior. En cuanto le dije que era de Barcelona, se puso a farfullar un idioma de español, italiano, turco e inglés. Parecia el actor aquel de la película " El nombre de la Rosa", os acordais, aquel que hablaba, latín, español, alemán, todo mezclado, y que ademas era pequeño y con joroba? pues bien este era un calco, pero sin la joroba.

Pero no se el porque pero me cayó bien. Al final, despues de enseñarme un montón de relojes, de repetir incesantemente las palabras " io nesesitto menjare" "tengo bambinos"y de regatearle un buen pellizo, al final, le compre un reloj al desdichado. 22 liras me costó, de las 50 iniciales, poca cosa para un Armani plateado y negro, si tenemos en cuenta que en la tienda el mismo reloj vale 2200 liras (1100€) :(0) Seguidamenre, el tipo con cara de habermela colado, se fue contento y satisfecho.
Y alli me quedé yo, pensando para que quería un reloj que me iba a durar un mes.
Añadir que por lo menos la conversación estuvo agradable aunque siempre encaminada a colarme cuantos más relojes mejor. Son unos artistas aqui.

Al ratito me fui andando por el paseo maritimo hacia el ferry que me llevaría a Asia, es decir, a la parte este de Estambul.



Hoy como hizo un dia fantástico, frio pero soleado, con un sol que calentaba lo suyo, me senté en cubierta del ferry para observar el Estrecho del Bósforo. Este que en turco se llama Boğaziçi, es un estrecho que divide en dos partes la ciudad de Estambul, conectando al mar de Mármara con el mar Negro y separa físicamente Asia de Europa.
Toda una experiencia el poder realizar ese trayecto.

Al llegar a la parte asiática y al cabo de 10 minutos de andar, fui a para a un chiringuito a pie de puerto. Me comí un sandwich turco y me tome una cola, a la vez que, sentado, observaba ensimismado todo el Estrecho. Además, con música turca de fondo y poniéndome moreno con ese sol de oriente. Fantástico. No se le podía pedir más a este viaje.



Para conocer una ciudad o por lo menos para tener una pequeña idea de lo que es, no solo el centro, me introduje por el barrio de esta parte de la urbe.
Entonces comprobé que no solo el centro esta bien cuidado sino que tambien los barrio de un poco de fuera. Las casas estaban estupendas y algunas tenian unas vistas estupendas. Mire los precios en una inmobiliaria y vi que no estaban muy caras, igual una cuarta parte que en Noruega. En esta ciudad me compraré una casa, jeje!



Luego cogi el ferry de vuelta y para ver si los barrios de mas afuera todavia, estaban en buen estado, me embarque en el tranvía. Tardó en llegar al otro extremo, 45 minutos. Me parece un modo barato y ameno de ver una ciudad fuera de lo que es la parte turistica.
Pues bien, alli comprobé que las edificaciones tambien estan en muy estado y que dista un abismo entre esta ciudad y El Cairo.

En el tranvia ocurrio una pequeña anecdota y fue la siguiente; estaba muy cansado y me dormí. Al despertarme de un ronquido comprobé que la mujer que estaba inicialmente a mi lado, había dejado paso a otra con el hijab y que me miraba con asombro. Me dio un susto al mirarme de esa forma. Supongo que por aqui no es lo más normal roncar en el tranvia ( tampoco en Noruega...) pero es que estoy constipado y mis fosas nasales estan tapadas.

Mas tarde me fui a Taksim, la zona con más tiendas y de restaurantes de Estambul, como ya os comente en el blogg de ayer.
Esta es mi última noche en esta ciudad y bien merece una visita a un buen restaurante.



La calle principal estaba repleta; no cabía un alfiler.



Estuve pululando por ahí hasta que fui a dar con restaurante, de los miles que hay, con el nombre de Abbas. Alli me quedé. Entre y comí de p. madre; berenjenas rellenas, anchoas en tomate, calamares a la romana con salsa de alioli y pimientos del piquillo. Para beber una Efes pils. Total 40 liras turcas, unos 20€.
La sensacion fue la de comer a base de tapas, es decir a la turca-española, y Ole!


A medida que fue transcurriendo la tarde-noche me fui encontrando peor. Incluso creo que tenía fiebre mientras cenaba. Por suerte, llevaba conmigo un pastilla de efferalgan 1gr de paracetamol y eso hizo que me pusiera de nuevo a una temperatura normal y de esa forma poder llegar al hotel sin dilaciones a causa del catarro.

Una vez ya en el hotel me cambiaron de habitacion, una todavia peor que la anterior.
Solo un consejo, no se os ocurra alojaros en ese Hotel si viajais a Estambul, Hotel Alahan.






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Ubicación:Turquia

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